Cierto día un joven aviador se disponía a salir en uno de sus viaje de rutina con un experimentado piloto, al dirigirse al avión el chico le dice al piloto que lo dejara por esta vez pilotear la nave, que el quería ser el piloto en esa ocasión, cuando el piloto experimentado escucha esta expresión del joven novato, procede a explicarle que la zona de vuelo seria un tanto peligrosa y que seria mejor que siga siendo el copiloto, el chico insistió tanto hasta lograr que el piloto le concediera su deseo, pero lo hizo con el fin de darle una lección, de demostrarle que aun no estaba preparado para hacer ese tipo de vuelo siendo el, el piloto de la nave, procedieron a montar el avión el chico esta vez era el piloto y el piloto experimentado paso a ser el copiloto de aquella nave que se remontaría a uno de los viajes mas peligrosos.
Al llegar a la zona de alto riesgo el chico como ha de esperarse no podía controlar la nave debido a las altas turbulencia que hacia, grito despavorido a su copiloto ¡que hago! Exclamó, el copiloto le dijo no pierdas el control sigue luchando, los esfuerzos del chico eran en vano, e intento tirar de la palanca de escape, pero le fallo, el piloto experimentado que esta vez fungía como copiloto le dio algunas indicaciones pero los nervios del chico no le permitían al mismo hacer las cosas como le indicaban, el piloto experimentado vio al chico casi llorando al tiempo que el chico le pedía disculpa, el piloto asentó con la cabeza y el dijo ¿me dejas ayudarte? A los que el chico respondió si, el copiloto hizo algunas maniobras y pudo aterrizar el avión justo a tiempo sin que estos sufrieran daños mayores, el chico avergonzado pidió perdón al piloto experimentado.
Querido amigo, cuantas veces en la vida queremos ser el piloto de nuestras vidas y despreciamos los buenos consejos y enseñanzas, nos montamos en el avión de la vida y nos olvidamos que somos inexperto y ponemos aquel que realmente tiene la experiencia y la sabiduría de copiloto, queriéndole demostrar que con nuestras fuerzas podemos hacer las cosas, pero déjame decirte que ahí es cuando nos equivocamos y fracasamos al instante. No es menos cierto que muchos son los fracasos noviazgos, matrimonios, relaciones de amigos, empresas que quiebran porque no han sabido escuchar y se han lanzado a la aventura dejando atrás a los que realmente le pueden ayudar, si te haz montado el avión de la vida y te haz creído ser el piloto de u vida y haz fracasado algunas veces, déjame decirte que Jesús el hijo de Dios es quien debe ser el piloto de tu nave, dile en estos momentos que tome el control de tu nave que es tu vida, que sea el quien te dirija, que tu familia, tus amigos, trabajo o empresa El es el piloto, dile que ahora tu te convierte en su fiel aprendiz y a partir de hoy jamás jugaras a ser el piloto y El, el copiloto.
Recuerda que EL por su inmenso amor permiten que nos sucedan cosas con el fin de ayudarnos para que seamos mejores personas y que reconozcamos que fuera de El nada somos.
Recuerda que EL por su inmenso amor permiten que nos sucedan cosas con el fin de ayudarnos para que seamos mejores personas y que reconozcamos que fuera de El nada somos.
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